¿Cómo coser plaids y mantas de invierno?
No hay nada como acurrucarse con una manta calentita para afrontar el invierno. Si estás acostumbrado a comprarlas en tiendas, ¡también puedes confeccionar las tuyas 100% artesanales para que combinen a la perfección con tu salón o dormitorio!
Aquí tienes algunas ideas y consejos para coser tú mismo este accesorio.
Coser una manta de upcycling
Si tienes en casa una manta que no usas y que está en el armario, ¿por qué no le das una segunda vida convirtiéndola en una cálida manta? Sólo necesitas un poco de algodón del mismo color que la manta y un poco de forro polar para hacerla aún más acogedora.
A continuación, puedes seguir nuestro tutorial casero que explica cómo ensamblar estos tres elementos para crear una manta más grande y calentita que el plaid original.
Una simple manta polar
Para coser una manta sencilla, empieza por comprar un trozo de forro polar o minky (un tejido muy suave que suele utilizarse para hacer mantas de bebé). La ventaja de coser una manta tú mismo es que puedes elegir las dimensiones que más te convengan, para que quepa perfectamente en una cama o un sofá.
Si necesitas orientación, un plaid “estándar” suele medir unos 130 x 150 centímetros.
Una vez que tengas la tela, sólo tienes que cortarla bien por cada lado y rematar. Puedes hacer un remetido de 1 cm y luego otro de 1 cm y coser a lo largo de cada lado con cuidado o sobrehilar toda la manta.
También puedes optar por un resultado más original añadiendo una trenza con borlas a juego con el color del plaid.
Un plaid forrado
Si quieres coser un plaid muy calentito, sólo tienes que doblarlo. Puedes hacer distintas combinaciones de tejidos: piel sintética como tejido principal y algodón como forro. O un tejido “sherpa” con un forro polar, un jersey polar forrado con un tejido polar… ¡Deja volar tu imaginación!
A continuación, corta dos trozos de tela del mismo tamaño. Sujétalos con alfileres (estas telas tienden a moverse cuando las coses, así que no seas tacaño con los alfileres) por el derecho. Cose a 1 cm del borde, dejando una abertura de unos centímetros. Dale la vuelta a través de este agujero. A continuación, vuelve a coser 1 centímetro a lo largo de cada lado para un acabado limpio.
Una manta de lana hervida
El forro polar no es la única opción para hacer una manta calentita. La lana hervida, si es lo bastante suave, también es muy adecuada para este proyecto.
Al igual que con los cuadros escoceses, primero tienes que cortar un trozo de tela del tamaño deseado. La lana no se deshilacha, por lo que no es necesario hacer un dobladillo en los bordes del plaid. Pero puedes hacer un dobladillo en los bordes si prefieres un acabado más limpio.
Para personalizar esta manta, consulta este tutorial de Femme Actuelle. Explica cómo coser un aplique y pompones en cada esquina para darle un aspecto de chalet de montaña.
El aplique puede ser de algodón, imitación de cuero, fieltro, de un color similar o contrastado… Y de la forma que desee.
Una manta reciclada para empezar a acolchar
El acolchado, o patchwork, es una forma estupenda de utilizar esos trocitos de tela que andan por los armarios de todos los que cosemos.
Para este proyecto, se cortan cuadrados de igual tamaño de las distintas telas y se unen hasta obtener un tamaño satisfactorio. A continuación, cortamos otro trozo de tela (preferiblemente de algodón) del tamaño de este primer conjunto para la parte trasera de la manta. La mayoría de los patchworks se forran con forro polar. Puede ser lo suficientemente grueso para el invierno y se coloca entre las dos capas de tela.
Si eres nuevo en el acolchado, puedes seguir el tutorial de Macachou, con fotos que explican paso a paso cómo aprender la técnica.
¿Te gustaría coserte una manta?